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Actualmente se habla mucho del método Montessori. Sin embargo, suele pasar que cuanta más información hay sobre algo, más susceptible de ser distorsionado es. Es el mal de nuestra sociedad "hiperinformada". Y eso es lo que últimamente estamos sintiendo con esta enriquecedora metodología educativa.
Cuando se habla de método Montessori solemos hablar en primer lugar de unos materiales. Queremos hacer hincapié en que el método Montessori no es solo materiales, sino que hay toda una filosofía detrás de ellos que les sustenta. Aunque no es el objeto de este artículo, es necesario saber que si no tenemos nociones de esa filosofía, los materiales no son más que meros objetos manipulativos. Recomendamos desde aquí informarse primero sobre esa teoría que les da sentido.
Por ello, a través de este artículo queremos ayudar a todas aquellas personas que se planteen convertir un espacio en un ambiente preparado para el aprendizaje Montessori, ya sea en un entorno educativo o en uno hogareño. Los siguientes aspectos sirven para comenzar a cuestionarse cómo puedo responder desde el entorno que tengo a las necesidades que establece el método Montessori, gracias a los descubrimientos que llevó a cabo la Doctora y la amplia experiencia de aplicación posterior.
1.SEGURO, TRANQUILO Y QUE INCITE A LA CONCENTRACIÓN. Un ambiente de aprendizaje debe salvaguardar la tranquilidad y la seguridad para fomentar la concentración. En un ambiente preparado todos los materiales que puedan ser usados por los niños deben ser seguros y los niños deben saber cómo usarlos con seguridad. Si hay criaturas de distintas edades mezcladas (cosa que se fomenta en esta filosofía), pueden existir materiales más seguros para las más pequeñas en la parte baja de los muebles y otras para criaturas más mayores en la parte alta (donde éstos si alcanzan a tomarlas y las pequeñas no).
2.CUIDAR LA ESTIMULACIÓN SENSORIAL. Estamos acostumbrados a entornos educativos tradicionales llenos de murales con colores vivos y exceso de información. Sin embargo, "menos es más" en la metodología Montessori. La criatura se pierde entre tanta información y color, sus sentidos se ven abrumados (especialmente la vista) y se ha demostrado que no es efectivo para el aprendizaje. Como mucho, esa información puede llegar a los niños y niñas que tengan un aprendizaje más visual pero hoy en día sabemos que existen muchos tipos de inteligencia y que cada persona tenemos una o unas más desarrolladas que otras. Procuraremos entonces tonos pastel, neutros, con decoración más bien escasa, de gran belleza y con un sentido. Elegiremos materiales nobles y naturales como la madera o fibras naturales ante artificiales y fríos como el plástico.
3.ACERCAMIENTO A LA LECTURA. En todo ambiente de aprendizaje debe haber espacio para la lectura. En un entorno Montessori, de igual manera que los materiales, debe existir libros a disposición de las criaturas y un lugar cómodo y confortable en el que puedan tomarlos y leerlos siempre que quieran. Es un indispensable ya desde que son bebés, aunque no sepan leer se familiarizan con la importancia del libro como fuente de descubrimiento y aprendizaje.
4.ACCESIBILIDAD DE LOS MATERIALES. Ya lo hemos anticipado anteriormente, pero es indispensable que, mirando a nuestro ambiente, seamos conscientes de si todos los materiales pueden adquirirlos con facilidad por las criaturas. Que no haya muebles en medio, que la localización de éstos no sea demasiado elevada, que si quieren un papel en blanco tengan a disposición y no dependan de la persona adulta...en definitiva, que el niño pueda llevar a cabo la actividad sin prácticamente ayuda de la adulta.
5.ACERCAMIENTO DEL MUNDO. El ambiente de aprendizaje debe ser un intermediario entre el niño o niña y el universo. Esto se entiende de distinta manera según la edad de la criatura, porque el acercamiento del mundo no puede ser el mismo para un bebé de 20 meses que para una niña de 7 años, por ejemplo. Pero en todos los casos, el ambiente es como un laboratorio de aprendizaje, de experimentación y exploración que posibilita la práctica para entender mejor el mundo de ahí fuera.
6.MATERIALES QUE DESAFÍEN EN SU JUSTA MEDIDA. Es recomendable tener en cuenta los avances que se producen en cada uno de los momentos de desarrollo de la criatura para saber si los desafíos que se plantean son adecuados al momento en el que ésta se encuentra. Si el desafío es mayor que sus posibilidades, la criatura sentirá frustración, y si es menor, se aburrirá. Es todo un arte dar con el punto de desafío adecuado, y ésto se consigue gracias a un conocimiento profundo del desarrollo del niño o niña así como una capacidad de observación eficiente.
7.PAPEL DE LA PERSONA ADULTA. Como ya estamos adelantando, la persona adulta prepara el ambiente de aprendizaje en función de las necesidades e intereses de las criaturas que van a trabajar en él y para ello debe observar activa y objetivamente.
8.OBSERVACIÓN. La observación es la base del Método Montessori. La Doctora hablaba de una observación constante, rigurosa y que tuviese la categoría de hábito. Se debe registrar en un pequeño cuaderno para que sirva como retroalimentación para modificar el ambiente. Se establece todo un diálogo, una danza, entre la observación y el ambiente. Como si hablásemos con la criatura a través del ambiente y él a nosotros a través de nuestra observación.
9.POSIBILITAR LA LIBERTAD. Aprender es un acto libre en el método Montessori. Pero es una libertad con límites, basada en el respeto a uno mismo, a los demás seres, al medio ambiente y a los objetos materiales. Aprender en libertad ayuda a desarrollar habilidades como la toma de decisiones, la exploración del entorno, la paciencia, la tolerancia y el descubrimiento natural del error.
10.EL ERROR. El error en esta filosofía es algo natural, consecuencia del proceso de aprendizaje y la práctica lleva a la perfección. Los materiales Montessori por sí mismos muestran el error si se produce, no se necesita a la persona adulta para que se lo muestre (evitando muchas situaciones que dañan la autoestima de la criatura).
11.EL CAMBIO. Un ambiente preparado cambia con el tiempo porque es dinámico, cambia con los aprendizajes, necesidades e intereses que van cambiando en las criaturas. Nunca puede haber todo un curso el mismo mural o material rancio que se colocó al inicio salvo que la necesidad e interés de las criaturas lo reclamen. Abogamos entonces por el cuestionamiento de la presencia de un material en el ambiente de manera prácticamente constante.
Estos son solo algunos de los aspectos que consideramos indispensables en un ambiente Montessori, sabiendo que hay mucho más detrás, creemos que son algo sobre lo que en primer lugar debemos reflexionar si queremos darle un tinte Montessori a nuestro salón de clase o a la habitación de casa.
¿Se os ocurre algún otro indispensable? Déjanos tus comentarios.