Hoy nos gustaría presentaros a Sandra Iermoli, una completa profesional del ámbito educativo y psicológico. Cuenta con una gran trayectoria dentro de la psicomotricidad educativa y hemos querido hacerle una breve entrevista especialmente dirigida a quienes quieran iniciarse en esto de la psicomotricidad y del movimiento libre o para aquell@s que no tengan ni idea de lo que estamos hablando.
¡¡Esperamos que os resulte de interés y muchísimas gracias a Sandra por compartir con nosotros este momento!!
Pregunta: ¿Qué formación y experiencia profesional tienes?
Respuesta: Soy profesora de Educación Primaria, profesora de Educación Nivel Inicial, profesora de Educación Diferencial especializada en niños con discapacidad intelectual. Además cuento con la licenciatura de Psicomotricidad Educativa, un post título en Psicomotricidad y soy diplomada en Salud Mental Comunitaria. Cuento con treinta años de antigüedad en docencia especial primaria y veinte años de antigüedad en docencia universitaria en la Facultad de Educación, como profesora adjunta de la materia de Observación y Prácticas de la Tecnicatura en Cuidados Infantiles.
P: ¿Por qué decidiste especializarte en psicomotricidad infantil?
R: Porque pensé que faltaban herramientas para que el niñ@ lograra querer aprender y fuese feliz. Abandoné el Auma y junto con dos compañeros que también se habían capacitado creamos un proyecto para dar vida a la primera sala de Psicomotricidad Educativa de la provincia en una escuela pública, en el año 1992. Allí se cambia profundamente de paradigma sobre la psicomotricidad, ya que hasta ese momento se consideraba que no era necesario contar con una sala específica para ello y los supervisores consideraban que esa tarea la podría realizar el mismo docente. Por aquel entonces se cerraron muchos cargos por falta de actualización de las autoridades docentes locales. Nuestro proyecto introdujo la mirada de Bernard Aucouturier (Francia) y Myrtha Chokler (Argentina). Pronto comenzaron a construirse puentes con otras escuelas de Educación Especial y también escuelas primarias cercanas, abriendo el proyecto a la comunidad y a la vez con la mirada puesta en la inclusión educativa a través de la Sala de Psicomotricidad. Se obtuvieron muy buenos resultados. Allí, mi interés se volcó hacia la salud mental y me permitieron acudir una vez por semana al primer Centro Infanto Juvenil de Prevención y Asistencia de Salud Mental. Posteriormente me solicitaron la realización de un proyecto para el fortalecimiento del vínculo temprano en un barrio considerado el más peligroso y vulnerable, con altas tasas de embarazos adolescentes y de hogares monoparentales debido al gran número de padres en la cárcel con problemas legales. Allí, primero, se creó un equipo interdisciplinario constituido por trabajadores sociales, psicólogos y psiquiatras. Y así surgió el Centro de Salud del Barrio La Gloria Municipalidad.
P: Explícanos por favor brevemente en qué consiste la filosofía Pikler y el movimiento autónomo.
R: Por un lado, la filosofía Pikler tiene como objetivo fundamental el niñ@ y el rol del adulto es el de acompañante de su desarrollo. En cuanto al movimiento autónomo, la Doctora Pikler creó la escala de observación del Desarrollo Autónomo, rompiendo con los paradigmas médicos clínicos del momento, con etapas rígidas para determinar el desarrollo saludable dando mayor amplitud para cada etapa.
P: ¿Qué consejo fundamental darías a unos padres primerizos que quieran estimular la motricidad de sus bebés o a unos docentes que quieran experimentar el movimiento libre en su aula de infantil?
R: Primero les escucharía y observaría para poder aconsejarles. Pero les transmitiría que es de suma importancia que comprendan que hay tanta variedad de desarrollos como sujetos y que no es recomendable la comparación del desarrollo de su hij@ con el de otros niñ@s con la misma edad. Para mí es importante poner la mirada en lo que l@s niñ@s pueden realizar en lugar de centrarnos en lo que no pueden llevar a cabo. Les hablaría también de la importancia de una vestimenta apropiada para posibilitar al niñ@ la suficiente libertad de movimiento. Del mismo modo, es recomendable la preparación de los espacios destinados al descanso, el juego y la alimentación. Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es detenerse en el tipo de juguetes adecuados para su momento evolutivo, sus materiales, colores y permitir su uso de forma autónoma sin la intervención del adult@ para permitir al niñ@ la libre exploración. Por último, me gustaría hacer hincapié en permitir la mayor autonomía posible en momentos de higiene y cuidado de uno mismo, tales como maniobras para vestirse y desvestirse o el cambio de pañal.