En estos tiempos es difícil ser feliz. A veces podemos
sentir que todo lo que nos rodea habla de pobreza, recortes de beneficios que
hemos disfrutado durante años y que entendíamos como necesidades primarias,
crisis, vacas flacas… y un sinfín de condicionantes que pueden hacer que la
balanza se incline hacia la tristeza incluso en la persona más optimista del
mundo.
Quizás unos de los que más pueden sufrir en estos momentos
son los niños. Ven a su alrededor cambios negativos que no entienden, incluso
muchas veces ni los propios adultos entendemos y nos resulta bien difícil
explicar, y sufren consecuencias en sus propias carnes.
Para que nuestro termómetro de la felicidad no baje, escribo
este post con el ánimo de reflexionar sobre la felicidad y pensar en aquellas
pequeñas cosas que nos da la vida y que positivizan nuestro estado de ánimo.
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Recurso recomendable de la editorial Terapias Verdes |
1.El estado de ánimo se contagia. Es seguramente el mejor de
los virus que nos podemos contagiar: cuando alguien es feliz le brilla la cara,
los ojos, y no puede parar de sonreír. Es inevitable imitar esa imagen e
inmediatamente se nos dibuja una sonrisa en nuestro rostro.
2.Cuerpo y mente están unidos. El ejercicio libera estrés,
es indispensable para poder quitarnos de encima gran parte de aquellas cosas
que pueden dañarnos el estado de ánimo. Es más, la simple postura que tenemos
también nos influye. Mirar siempre hacia arriba es la clave.
3.Yo soy así y así seguiré. Ámate a ti mismo, tal y como
eres. Siempre se puede intentar ser mejor pero eso no significa que no seamos
buenos. Todos somos buenos en más de una cosa. Con los niños se puede hacer una
lista que incluya todas aquellas cosas en las que creemos que somos buenos. Podemos
preguntar a los demás que creen que se nos da bien o qué aspectos de nuestra
personalidad son más positivos, muchas veces nuestros propios pensamientos
internos hacen que no podamos ver todo lo bueno que tenemos.
4.Todos tenemos metas y debemos tenerlas. Sabemos de sobra
que no siempre alcanzamos lo que queremos, pero con esfuerzo siempre se
consiguen cosas. Es una filosofía que deben entender los niños y para ello no
hay nada mejor que practicarlo ellos mismos. Una buena meta puede ser aprender
a leer mejor, grabarnos mientras leemos y tras un tiempo de constancia y
práctica en lectura, volver a grabarnos. El niño podrá comparar ambas lecturas
y seguro que observa una evolución, la subida de autoestima está más que garantizada.
5.Vivimos en sociedad y trabajamos en sociedad. Cuando todos
estamos unidos conseguimos más y mejores cosas que si vamos solos por la vida. Las
tareas de la casa pueden ser una buena actividad para que los niños entiendan
que ayudarnos los unos a los otros es mucho más positivo y que influye en
nuestro estado de ánimo (si cada uno se ocupa de una tarea, todo está hecho,
terminamos antes y podemos hacer una actividad de ocio todos juntos, qué buen
plan para un fin de semana no?).
6.Ríe, ríe y ríe. Y cuando no tengas ganas, mírate al espejo
y sonríete. Mucho se ha escrito acerca de la sonrisa y su utilidad terapéutica.
Cuando tengas un momento de tristeza (recuerda que se contagia el estado de
ánimo). Un juego muy interesante para generar la sonrisa es intentar aguantar
la risa mirándote frente a otra persona (muy útil con niños), el primero que
ríe pierde el juego pero gana salud ;-).