No es la primera vez que escucho en boca de profesores decir
que en el colegio se enseña, no se educa. Es en casa donde lxs niñxs reciben
educación. Se refieren a normas de comportamiento social, ética, empatía, a ser
cordiales y amables con el resto del mundo, etc.
Es algo que siempre me ha rechinado bastante al escucharlo,
pero a estas alturas la verdad es que discrepo enormemente. Lxs niñxs son seres
integrales y están en constante aprendizaje.
Y aprenden del entorno, de los que les rodean y lo que les
rodean. Y esto no quiere decir que no se deban producir situaciones de mal
gusto, abuso, faltas de respeto a su alrededor (no vivimos en un mundo ideal),
lo importante es cómo reaccionamos ante ellas delante de lxs peques.
Y debemos tener cuidado especialmente en cómo
reaccionamos lxs que somos sus referencias más importantes cuando son pequeñxs:
madre, padre, profesxr. No olvidemos que durante los primeros años de vida de
un niñx, los más importantes, estamos plantando semillas. Depende del cuidado
que les demos crecerá un tipo de planta u otra cuando sean más mayores y ya de
adultos.
Lxs profes y lxs familias deberíamos estar más cerca, formar
un todo, porque para las criaturas somos un todo. Somos sus primeros
acompañantes en la más larga tarea de su vida: la de conocer, participar y
mejorar este gran mundo que nos rodea a todx.
Hoy por hoy sabemos que los primeros años de vida son clave,
y ahí el papel de la familia es imprescindible y deberá continuar como
referencia el resto de su vida. El primer acto de socialización que realizan,
su asistencia a la escuela, es un acto tan importante para ellxs que necesitan
rodearse de todo el amor posible. Y ese amor procede de su familia, del
profesional educativo que le acompañe y de sus iguales.
Por eso creo, firmemente, en que lxs familias deberían ser
un poco más “profes” en el sentido de tomar consciencia de que son verdaderos
modelos de aprendizaje. De ellxs también pueden aprender, y de hecho aprenden,
cuestiones académicas como el afán por la lectura (unos padres/madres que leen,
casualmente suelen tener hijxs con afición por los libros), por el cuidado del
medio ambiente, por desarrollar habilidades sociales al relacionarse con los
amigxs, por dedicar su tiempo libre en mayor o menor medida a las pantallas,
por desarrollar actividades creativas, etc.
Del mismo modo, los profesores debemos ser también más
padres y madres. Porque la criatura sigue teniendo ciertas necesidades durante
todas las horas que pasa en la escuela, y su familia no puede estar presente en
ese momento. No puede hacer un ejercicio de autocontrol, de represión de esas
necesidades. Por su bienestar, deben ser cubiertas de la mejor manera posible.
No olvidemos que para los maestros y profesores nuestro principal objetivo es
el bienestar del alumnx, porque si no se encuentra en estado de bienestar le va
a ser imposible aprender nada (y esto les sucede a lxs alumnxs de 0 a 100
años).
En resumen, tanto a familias como a profesionales nos
interesa el bienestar de la criatura. Sus necesidades básicas de higiene,
alimentación y cuidado deben ser cubiertas antes de que puedan desarrollar
todas sus potencialidades.