Hay unas palabras que no paramos de escuchar en los medios últimamente y que creo que empiezan a producir cierta inquietud, a veces incluso miedo, en las personas. Esas palabras son "nueva normalidad".
Las instituciones gubernamentales y los medios de comunicación explican cómo se va a producir la desescalada y el desconfinamiento y entre líneas siempre aparece el llegar al objetivo de la "nueva realidad". Da la sensación de que no volveremos a la realidad que disfrutábamos antes de toda esta revolución que hemos vivido en apenas un par de meses.
A veces, se nos olvida que l@s niñ@s están aquí presentes también. Creemos que no entienden lo que se está produciendo, que parecen no enterarse de ciertas cosas. Nada más lejos de la realidad. Lo comprenden y absorben todo a su alrededor. La única diferencia con respecto a los adult@s es que, con diferencias según la edad o momento cognitivo de desarrollo que estén viviendo, no lo expresan con palabras como podemos hacerlo l@s adult@s.
Creo que inquieta mucho a las familias y a los profesionales qué consecuencias directas e indirectas van a sufrir l@s niñ@s derivadas de esta situación que estamos viviendo. Y pienso que algunas pueden ser:
-Absorción de emociones de los adult@s de referencia.
-Carencias en habilidades sociales derivadas del aislamiento y falta de socialización con sus iguales más allá de su entorno familiar, debido al temor a contagiarse.
-Falta de rutinas, en función de cómo lo pueda estar gestionando la familia.
-Miedo y absoluto miedo a algo que no podemos ver pero que está en todos los sitios ¿qué sitios son seguros?
Algunas propuestas, sugerencias, anotaciones, reflexiones al respecto que se nos ocurren son:
-Verbalizar con la criatura las emociones que tengamos, pero transmitir que es normal que vivamos esto, son momentos de cambios. Reflexionar sobre cómo vivimos los cambios, ¿son algo negativo o positivo?. Intentar normalizar la situación y no mentir (verbalmente ocultamos información, pero l@s niñ@s captan esa información de múltiples maneras).
-Intentar continuar el contacto con l@s amig@s vía digital e incluso poderse ver en la distancia ahora que podemos salir a la calle. Recalcar que ahora debemos mantenernos a cierta distancia pero que es pasajero y pronto podremos volver a acercarnos.
-Intentar establecer una rutina en casa, que primero deben seguir l@s adult@s para que a las criaturas les parezca algo habitual y establecido para tod@s los miembros de la casa. Contemplar ciertos tiempos de elección de actividad propia, tiempos libres y flexibles.
-Transmitir que la limpieza de los espacios cerrados es importante y ofrece seguridad ante un contagio. Limpiamos en casa, pero también hay otros lugares donde le limpia y será lugar seguro para l@s peques...por ejemplo la escuela.
-Cambiar la preocupación por la ocupación. Confiemos en nuestro sistema inmunológico, en nuestro maravilloso cuerpo, investiguemos y practiquemos modos de cuidar de la tríada más importante que existe: cuerpo, mente y alma.
Animamos a la verbalización con las criaturas, aunque parezcan pequeñ@s entienden mucho más de lo que creemos. No olvidemos que transmitimos con todo nuestro cuerpo, no solo con las palabras. Nuestras palabras pueden estar diciendo una cosa y nuestro rostro o gestos otra. Las criaturas captan esa incoherencia.
Un abrazo y ánimo con la vida.
