Hoy queremos recordar un concepto muy importante en
educación. Creemos que es imprescindible para lxs profesionales del ámbito
educativo pero también esencial para madres, padres y en general familias que
tienen el placer de convivir con criaturas.
El concepto es el del APRENDIZAJE
INVISIBLE. Lo entendemos como ese aprendizaje que se produce casi sin
intervención del adultx, aquel que lleva a cabo el propio niño o niña durante
su día a día a través de distintas oportunidades de aprendizaje que surgen
mientras lleva a cabo juegos, tareas, observaciones en su vida diaria.
“ese aprendizaje que se produce casi sin intervención del adultx, aquel
que lleva a cabo el propio niño o niña durante su día a día”.
Queremos haceros partícipes de una tarea que surgió hace
unos días en la vida diaria de un adultx que pensamos que podría haber sido una
de las muchas oportunidades de aprendizaje de las que hablamos.
Esta ocasión surgió mientras estaba trabajando en un huerto,
concretamente trasplantando plantas de tomates que habían sido sembradas y
regadas cuidadosamente durante unas semanas en unos envases de yogur. De
primeras, una linda oportunidad para observar los primeros momentos de
crecimiento de una planta, para obtener la satisfacción de lo que implica tener
una responsabilidad y, por supuesto, la elevación de la autoestima que todo
ello supone para una criatura.
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| Otra oportunidad de aprendizaje: hacer un nudo (preludio de la lazada para atar cordones de zapatos) |
Una vez en el huerto, como había distintas clases de tomates
(lo cual estaba indicado escrito en cada pequeño envase), se hacía necesario
agrupar cada una de las clases para plantar en distintos lugares del surco
todas las clases juntas. Eso hará que cuando vayan creciendo las plantas y los
frutos de las mismas, puedan observarse las diferencias entre las
características de los tomates (iniciándose en el conocimiento de las clases de
tomates que hay) y en las propias de las plantas (altura, forma de las hojas,
color, etc.). El fomento de la observación y la reflexión a través de un
diálogo con el niñx será una actividad fácil de comenzar a través de preguntas
como: ¿te parece que todas las plantas son iguales? ¿en qué crees que se
diferencian?.
“lo más importante es ir educando la mirada y nuestro sentir para
detectar y proporcionar esas experiencias a la criatura”.
Cuando los tomates estén ya maduros en las plantas y podamos
recogerlos, una actividad muy interesante podría ser recoger un tomate de cada
una de las clases y con los ojos cerrados disfrutar de las diferencias de sabor
de cada una de ellas: todo un ejercicio de educación del sentido del gusto al
más puro estilo Montessori.
Esto es solo una muestra de la infinidad de cosas que pueden
surgir en el día a día que son auténticas oportunidades para el aprendizaje.
¿Cuál es el secreto? Creemos que lo más importante es ir educando la mirada y
nuestro sentir para detectar y proporcionar esas experiencias a la criatura. No
necesitamos elaboradas y creativas propuestas para hacernos creer a nosotros
mismos que lxs niñxs están aprendiendo algo…¡¡las criaturas están
constantemente aprendiendo!!.
Si queréis profundizar más sobre este tema, os recomendamos
a continuación un libro que no tiene desperdicio: “Aprendizaje invisible” de Cristóbal
Cobo y John W. Moravec.

