De vacaciones en el lugar donde he pasado toda mi infancia
me encuentro estos días recordando y reflexionando sobre qué tipo de
aprendizajes y de experiencias tuve el placer de vivir durante toda mi niñez
aquí.
He de decir que recuerdo esa época con mucho cariño, a pesar
de que obviamente todas las experiencias que tuve no fueron buenas, ya que
hoy por hoy soy muy consciente de que
todo aquello que sucedía en el pueblo servía para complementar un montón de
aprendizajes que no se producían en la ciudad donde vivía el resto del año.
Es por ello que creo que merece la pena ser conscientes, si
no lo somos ya, de todas las posibilidades que aporta el mundo rural y natural
a la infancia. Sabiendo que seguramente me dejo muchísimos más, quisiera
compartir en el blog algunos de los aspectos más importantes:
1.Lo primero y más importante, EL TIEMPO. Aquí, en el
pueblo, el tiempo parece pasar más despacio. No tenemos las prisas de las
ciudades, esas que nos hacen sentir que llegamos tarde a todos los sitios y que
nos roban tiempo de vida. En el pueblo la cosa cambia, hay tiempo para hablar
con la gente, para jugar, para pasear…la naturaleza nos calma. Sabemos que hay
muchos niñxs con ansiedad por este motivo.
2.Contacto directo con la NATURALEZA. No merece recalcar los
beneficios que aportan los seres vivos a las personas, son de sobra sabidos por
todos, simplemente hay que vivirlos en primera persona. Sobran las palabras.
3.RELACIONES SOCIALES. Curiosamente, a pesar de estar
rodeadxs de personas en las ciudades, hablamos menos y las relaciones sociales
no son tan profundas como en el pueblo. Aquí todxs nos conocemos, todxs sabemos
que alguien de pequeñx se comió un renacuajo en el río o que tal persona mayor
vive sola y el día que no compra el pan es porque quizás algo le ha pasado.
Somos una gran familia, con nuestros aprecios y nuestros desprecios, pero nadie
está abandonadx.
4.Mucho menos CONSUMO DE PANTALLAS. Aquí las calles y el
entorno ofrece tantos estímulos que no necesitamos ver la televisión, el móvil,
jugar con videojuegos, etc. Encontrar una gata que acaba de ser mamá, disfrutar
de un paseo escuchando la melodía de las hojas de los árboles, jugar a los
juegos de siempre con lxs demás, ir a recoger hierbas u hojas silvestres, hacer
arcilla con el barro que se produce a las orillas de una pequeña charca…son
mucho más interesantes.
Tras meses de tener que quedarnos en casa hemos aprendido
que somos seres naturales, nuestro entorno está formado por árboles, ríos,
mares, pájaros, etc. La naturaleza nos da energía, la ciudad de hormigón nos la
quita. Haced la prueba…
