Si hay un material barato, versátil y usado en todas las escuelas ese es, sin duda, el rollo de papel higiénico. Las posibilidades que ofrece son más que infinitas, todas las que nos ofrezca nuestra más o menos entrenada creatividad.
Además, tiene un aporte extra: al ser un material con otro uso, estamos enseñando con su utilización a reutilizar y cuidar el planeta.
Con una simple búsqueda en internet podremos descubrir un montón de posibilidades, aunque la mejor manera de usarlo para realmente potenciar la creatividad del niñ@ es la libre. No hay nada como dejar sobre una mesa una cesta con algunos cartones de papel higiénico junto a tijeras, pegamento, pintura...para poner a trabajar la imaginación.
He visto crear pulseras, castillos, estrellas, coronas, prismáticos, catalejos...un sin fin de proyectos e inventos con, posiblemente, uno de los materiales más baratos que existen.
Esto es solo un ejemplo de que cuando los materiales o juguetes que usan las criaturas son simples e incluso austeros, es la imaginación la que debe darle forma y ponerle los detalles para que puedan adaptarse al juego. Y es así como se ejercita la creatividad: poniendo el cerebro a crear.
Hace poco escuché que el cerebro no está para acumular ideas, sino para crear. Nos acostumbramos a premiar y valorar la memorización, pero si nos ponemos a pensar, lo verdaderamente importante es la innovación.
Nos han acostumbrado a creer que hay personas creativas y otras que no lo son. Y eso es una gran mentira: tod@s lo somos. Sin embargo, como todo en esta vida, hay que practicar, tener tiempo para pensar dentro de este modo de vida tan ajetreado es todo un desafío. En los ratos de aburrimiento es cuando surgen las mejores ideas, busquemos y proporcionemos oportunidades para ejercitar la creatividad.
Para aprender a ser creativ@ hay que crear, igual que parar aprender a caminar hay que caminar. Es el niñ@ quien debe ejercitar esa creatividad, de nada sirve que le mostremos nuestras ideas y propuestas una y otra vez lo más variadas posible pretendiendo con ello que sea creativ@. Dejemos nuestras ganas de dirigir su acción a un lado y démosle el protagonismo.
Generar ideas en el lenguaje artístico o en el juego infantil es un ensayo del potencial que la criatura tiene dentro, y que irá desplegando según vaya creciendo en otras circunstancias de la vida en las que se encuentre.
Acompañar a la infancia es acompañarnos a nosotr@s mism@s...