Así que empecé a investigar sobre este tipo de señales y a qué podrían ser debidas. Descubrí lo que a primera vista me pareció una etiqueta: las Personas Altamente Sensibles (PAS). Cuando empecé a leer, comencé a verme muy reflejada en algunas características de estas personas. Otras de esas peculiaridades se me quedaron en la cabeza y con el tiempo he comprobado que también me afectaban aunque yo no era consciente de ello. Y por supuesto, cómo podría ayudar a este peque que encima estaba necesitando lo mismo que yo.
Pues empecé por llegar a la conclusión de que primero debo cuidarme yo. Solo desde mi equilibrio puedo llegar a ser una ayuda para otra persona. Y luego, busqué cómo mejorar mi experiencia en el día a día para no tener tanta estimulación y que la experiencia de este peque fuera lo más satisfactoria posible aunque a veces las circunstancias no fuesen las más óptimas.
1.Me dí cuenta de que la rutina nos venía muy bien a ambos. Saber lo que va a pasar cada día y que los cambios fuesen mínimos era importante para él y para mí. Parece fácil a priori, pero en mi escuela cada día es una aventura. Casi hay más días especiales que días de rutina. Todo un reto para las personas PAS. Cualquier imprevisto es un estímulo más que suma.
2. Tomar decisiones es un acto que nos sobrecarga soberanamente. Cuantas menos decisiones tengamos que tomar, menos estímulos tenemos y menos energía perdemos. Intentaba que las decisiones que el peque tomase fuesen las menores posibles y con pocas opciones para elegir. A priori parecería que no se le respeta, pero en realidad el trasfondo es un conocimiento mayor de sí mismo y una individualización enorme. Otro desafío en un entorno educativo en el que se intenta que cada criatura pueda conectar consigo misma y elegir qué material o juego llevar a cabo en cada momento. Demasiado para este peque.
3. Los estímulos pueden llegar a través de los 5 sentidos. Tener en cuenta el aspecto visual, auditivo… (luces, pantallas, ruidos, etc.). El silencio es un gran sanador para todo el mundo, especialmente para las PAS y buenísima herramienta para usar en caso de detectar una sobreestimulación.
4. Mejorar la calidad de los espacios que rodean a las PAS es reducir esa sobreestimulación. El orden ayuda mucho a dar paz y calma mental. Pocos objetos y ordenados, cada uno en su lugar, otorga estructura a las personas que tanto la necesitamos.
5. Posibilitar la creatividad que tanto caracteriza a las PAS. Son personas sensibles que despliegan su creatividad de muchas maneras, con una percepción especial de los detalles que les hace muy especiales.
6.No nos sentimos a gusto en grandes grupos, nuestras relaciones sociales son más satisfactorias en grupos reducidos e incluso mejor en el “de tú a tú”. Proponer espacios y tiempo de estas características a este tipo de criaturas también definirán su estado.
Quiero acabar con que ser PAS ni es positivo ni es negativo. Yo tiendo a esta forma de ser y el hecho de autoconocerme más me ayuda a que mi experiencia en el mundo sea más satisfactoria y, por añadido, también lo que aporto al mundo y al resto de personas que me rodean.
Desde Aprendiendo Educación siempre intentamos tener muy en cuenta la naturaleza como nuestro entorno básico, y para las PAS es ideal. Cuando nos encontramos estresadas y sobreestimuladas, las PAS nos renovaremos instantáneamente pasando un rato en contacto con la naturaleza.
Buen viaje hacia nosotr@s mis@s...