Si nos paramos un momento en nuestro día a día, en cada instante, nos podremos dar cuenta de que nuestra atención está muy cotizada.
Hay muchos estímulos externos que se pelean por atrapar nuestra atención, aunque sea durante escasos segundos.
Esto es tremendamente visible en el mundo digital. Cuando navegamos por las redes sociales, quizás leyendo un artículo de nuestro interés, de repente nos vemos invadidos por banners publicitarios o enlaces dentro del propio artículo que interrumpen nuestra atención y la dominan. Parece que hemos sido nosotros quienes hemos decidido dejar de leer el artículo al hacer clic en el enlace, pero no. Hemos decidido eso porque otros nos han provocado sutilmente decidir.
La consecuencia de esto es preocupante. Nos hemos convertido en consumidores de información (artículos, vídeos, imágenes, productos...) que interfiere constantemente en nuestras decisiones a poco que nos dejemos llevar. Lo preocupante no es que consumamos, también consumimos alimentos u otros bienes de primera necesidad, lo preocupante empieza cuando el consumo se va de nuestro control y se convierte en una adicción. Es algo que no dominamos, algo que nos domina a nosotros: puede ocurrir y ocurre con la comida y bebida, juego y apuestas, ropa y objetos, móviles y aparatos electrónicos...
Ante esta situación tenemos dos tareas para trabajar:
1.Aprender a ser conscientes de dónde está nuestra atención el mayor tiempo posible.
2.Pensar si hemos decidido nosotros el estar dónde estamos (ya sea real o virtualmente). Ayuda mucho volver la vista a atrás y recordar cómo hemos llegado a estar donde estamos (qué pasos hemos dado, qué decidiones hemos tomado).
Y ahora viene el siguiente punto del trabajo para aquellas personas que nos rodeamos de la infancia, bien como profesionales, bien como madres/padres...
3.Ser modelo y referente para que las criaturas puedan poco a poco llegar a tener periodos largos de atención en la realidad (la vida real va más lenta que la digital/virtual) y que lleven ellas las riendas de dónde, por qué y para qué ponen su atención donde la ponen el mayor tiempo posible.
Se admiten ideas...