Alimentos para la relajación y el autocontrol: mejora tu interacción con los niños

 


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La crianza y la educación de los niños a veces pueden provocar momentos desafiantes en muchos aspectos, especialmente cuando nos enfrentamos a situaciones estresantes. Es fundamental que los adultos, ya sea en el entorno familiar o escolar, mantengan la calma y el autocontrol en estas circunstancias, ya que esto influirá en la forma en que nos relacionamos con los niños y en la calidad de su experiencia de vida.

Afortunadamente, hay alimentos saludables que pueden ayudarnos a alcanzar un estado de relajación y a mejorar nuestro autocontrol, permitiéndonos abordar las situaciones con mayor tranquilidad y paciencia. En este artículo, exploraremos algunos de ellos.

  • Plátanos

Los plátanos son una fruta deliciosa y nutritiva que ofrece numerosos beneficios para nuestro bienestar emocional. Son ricos en triptófano, un aminoácido esencial que se convierte en serotonina, conocida como la "hormona de la felicidad". La serotonina juega un papel clave en la regulación del estado de ánimo y la relajación. Además, los plátanos contienen magnesio, que ayuda a reducir la ansiedad y promueve un sueño tranquilo. Al incluir plátanos en nuestra dieta, podemos experimentar una sensación de calma y bienestar, lo que nos permitirá interactuar de manera más positiva con nuestros hijos o alumnos.

 

  • Frutos secos

Los frutos secos, como las nueces, las almendras y las avellanas, son una excelente opción para promover la relajación y el autocontrol. Estos alimentos son una fuente de ácidos grasos omega-3, que tienen efectos positivos en el cerebro y pueden reducir la inflamación, mejorando así nuestra salud mental. Además, los frutos secos contienen magnesio y zinc, dos minerales esenciales para mantener un equilibrio emocional y un sistema nervioso saludable. Estos nutrientes ayudan a regular los niveles de estrés y promueven una respuesta más tranquila frente a las situaciones difíciles.

 

  • Té verde

El té verde ha sido apreciado durante siglos por sus propiedades relajantes y estimulantes. Contiene un aminoácido llamado L-teanina, que tiene la capacidad de aumentar la producción de ondas cerebrales relajantes y mejorar el estado de ánimo. La L-teanina también estimula la liberación de dopamina y serotonina, neurotransmisores relacionados con la sensación de bienestar y la reducción del estrés. Además, el té verde contiene antioxidantes llamados polifenoles, que protegen las células cerebrales y pueden mejorar la concentración. Incorporar el té verde en nuestra rutina diaria, nos permitirá responder de manera más efectiva a las demandas de la crianza y la educación.

 

  • Chocolate negro

¡Buenas noticias para los amantes del chocolate! El chocolate negro, con un alto contenido de cacao (recomendable +85%), puede ofrecer beneficios significativos para nuestra relajación y bienestar emocional. El cacao es rico en flavonoides, antioxidantes que promueven la circulación sanguínea saludable y mejoran el flujo de oxígeno al cerebro. Además, el chocolate negro contiene teobromina, un estimulante natural que puede tener un efecto relajante en los músculos y promover la sensación de calma. Sin embargo, es importante consumir chocolate negro con moderación, ya que también contiene azúcar y grasas saturadas. Cuanto mayor contenido de cacao tenga, más reduciremos la ingesta de azúcar. Si te atreves con 90% o 100% de cacao, mucho mejor!!.

 

Cuando se trata de interactuar con nuestros hijos o alumnos, es esencial que nos encontremos en un estado de relajación que facilite un buen control emocional. Algunos alimentos, como los mencionados anteriormente, pueden ayudarnos a lograr ese equilibrio. Al incluirlos en nuestra dieta diaria, podemos mejorar nuestra actitud ante los niños y las niñas, evitando que los nervios o los estados emocionales negativos determinen nuestra actitud con ellos. Hagamos de la dieta, nuestra aliada.

Recuerda que una buena alimentación es solo una parte del bienestar general, siendo también importante la incorporación de otros hábitos saludables, como el ejercicio regular y la práctica de técnicas de relajación, promoviendo así una vida equilibrada y enriquecedora tanto para nosotros como para nuestras criaturas.


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