Si te decimos que puedes disfrutar de los beneficios que tiene el mar sin necesidad de desplazarte kilómetros de distancia hasta la playa, pagar un hotel y contar con unos días de vacaciones probablemente pienses que es, como mínimo, una broma de mal gusto.
Sin embargo, es posible que tu cuerpo crea que está sobre una playa de arena fina, recibiendo los cálidos rayos del sol a través de tu piel, escuchando el sonido arrullador de las olas que rompen en primera línea de playa haciendo rodar unas pequeñas conchas...¿cómo puede ser posible? Con el poder de nuestra mente.
"Nuestro cerebro no distingue la realidad de la ficción"
Y no hace falta mucho tiempo de entrenamiento, ni mucho menos, ese poder lo tenemos ya inserto en cada uno de nosotros. Sabemos que aún nos queda mucho por saber sobre nuestro cerebro, los expertos no paran de sorprendernos con hallazgos que nos descubren aspectos desconocidos.
Uno de ellos es que nuestro cerebro no distingue la realidad de la ficción. Es decir, que cuando estamos viendo una serie de televisión policíaca, con asesinatos y violencia, nuestro cerebro piensa que nos encontramos en esa estresante situación. Y, lo que resulta más inquietante, es que si observamos nuestro cuerpo en estos momentos, nos daremos cuenta de que nos da muestras de vivir esa situación: sudoración, tensión muscular, aumento del ritmo cardíaco, etc.
Y no sólo sucede ésto al ver la televisión, también cuando estamos leyendo un libro, o cuando nos están contando un suceso en el telediario, o un amigo nos cuenta lo que le pasó el otro día o nos enredamos en recordar una experiencia que tuvimos en el pasado.
"Utilicemos esta capacidad cerebral en nuestro beneficio"
No queremos agobiar más a nuestros lectores, ya que muchas de esas situaciones que hemos mencionado son difíciles de controlar para que no sucedan. Nos tendríamos que envolver con plástico de burbujas para que no nos afectase nada del mundo exterior.
Sin embargo, si que es posible poder controlar las imágenes que consumimos cuando elegimos qué ver en la televisión, o qué lecturas hacemos, qué escuchamos, etc. Sí que podemos controlar algunas de las cosas que entran por nuestros sentidos.
Y, lo que es mejor, utilizarlo para mejorar nuestra salud física y mental. Son bien sabidos los beneficios que tiene el mar, entre otros muchos:
1.Reduce el estrés, ya que nos ayuda a generar serotonina (hormona de la relajación).
2.Limpia el sistema respiratorio.
3.Mejora la circulación sanguínea.
4.Favorece la expulsión de toxinas del cuerpo, al estimular el sistema linfático.
Convierte tu salón en una experiencia de inmersión marítima
Si no tienes el mar cerca y quieres relajarte un rato al final de un duro día de trabajo, te proponemos que conviertas tu rincón preferido de casa en tu momento de desconexión. ¿Cómo puede ser posible eso?, haciendo lo siguiente:
*Elige un lugar tranquilo de casa, en el que no te vaya a molestar nadie (avisa a las personas con las que convives o aprovecha cuando salgan a tirar la basura o dar un paseo).
*Túmbate sobre una toalla que hayas dispuesto en el suelo en un lugar donde dé el sol y esté caliente.
*Asegúrate de elegir un lugar donde te siga dando el sol, será un rato para aprovechar la vitamina D (no más de 15-20 minutos, cuidado con dormirte).
*Si quieres hacerlo más realista, ponte un bikini ;-)
*Ponte los auriculares para escuchar un audio en el que se perciban los sonidos característicos de la playa: las olas del mar, la brisa marina, las gaviotas...Hay muchas en Youtube o Spotify por ejemplo, te recomendamos ésta.
*Disfruta intentando pensar en alguno de los últimos viajes a la playa que hayas tenido.
Os animamos a probarlo, sentir realmente que estás tumbado junto al mar, y obsérvate después de la experiencia. Como mínimo, habrá servido para relajarte y para desempolvar esa caja de experiencias que tienes guardada desde que te la regalaron mientras sueñas con tu próximo viaje.
Desde luego, la realidad siempre supera la ficción, y si tienes la oportunidad de poderte desplazar al mar a disfrutar de todos sus beneficios, generar serotonina y relajarte, hazlo. Sobre todo cuando tus niveles de estrés sean más elevados, cuando menos tiempo tengas para ello porque es entonces cuando más lo necesitas.
Y mientras, soñaremos despiertos...