Un suceso mágico: la vida

(Extracto: Corazones que aman: Entornos favorables para activar el potencial)

Por Esperanza Chacón

En la mirada de la educación no-directiva los fundamentos van acorde con un paradigma que respeta-los-procesos-de‐vida, que tiene fe en que existe un plan-interno-de-desarrollo inherente al potencial humano, por lo tanto posee la capacidad para integrarse al micro y al macrocosmos con coherencia.  Es primordial comprender los elementos fundamentales de los procesos de vida y sus implicaciones de crecimiento interno para construir un marco conceptual para quienes desean conocer sobre el desarrollo del ser humano en particular y de la vida en general.  

Existen dos elementos fundamentales para que suceda la vida: un organismo-sujeto y un entorno-medio, en donde ambos interactúan desde dentro hacia fuera, lo que se conoce en biología como acoplamiento estructural que define la calidad de creación y maduración.  Estas dinámicas son instantes de vida en donde “entorno y sujeto, juntos surgen como unidad”; en esta perspectiva están presentes fenómenos con sus ciclos, fases y ritmos, lo que permite que exista una visión interconectada, holística y humana.  Desde luego que iré relacionando la práctica con los aspectos teóricos simultáneamente, con énfasis en cuál  es el propósito del ser humano en cada etapa y qué caracteriza a un entorno-favorable.

Los estudios de psicología presentan que, el despliegue del potencial humano sigue un orden interno, ritmos naturales y ocurre a través de la activación de sus dones innatos en cada etapa por la que atraviesa.  De esta manera, va realizando su autopoiesis, esta palabra si bien proviene de dos raíces griegas:  auto-sí mismo y poiesis-creación,  -LA CREACIÓN DE SÍ MISMO- fue acuñada por Humberto Maturana para descifrar un enigma: ¿Qué es la vida?  O sea un fenómeno orgánico molecular en todo organismo;  "el milagro de estar vivos"[1].

La práctica muestra que para el desarrollo óptimo del individuo se requieren condiciones favorables.  He observado que el  plan-interno-de-desarrollo, se despliega de manera espontánea, ya que la naturaleza contiene su propia sabiduría, orden y recursos. También, que los fenómenos psicológicos, neurológicos y fisiológicos son manifestaciones observables en niños,  niñas y adolescentes en estado de espontaneidad en un entorno inteligente, cuyo eje principal es la libertad en donde ejerce y desarrolla su autonomía.

El enfoque pedagógico que voy a relatar hace referencia a la Educación no-directiva, que no impone, no exige, que se basa en relaciones de respeto y cooperación mutua.  Encontramos como ma-pa-dres una propuesta  educativa que permite a cada persona ser,  ella o él; que fue llevada a la práctica en el Centro Educativo Pestalozzi (Ecuador 1977-2005),  al cual nuestra pequeña Daniela asistió desde los 4 años de edad; en el cual no se les decía a los niños, niñas y jóvenes lo que debían hacer, ni cómo lo tenían qué hacer; les ofrecíamos oportunidades para la experiencia propia mediante una red-orgánica-creativa-y-amplia de espacios preparados con prolijidad para el desarrollo integral del ser.

Desde que ingresaban a este centro educativo los chicos y chicas, seres humanos  altruistas por esencia, se veían en la necesidad de organizar su tiempo a su manera, de tomar cada día y a cada momento la iniciativa, o sea, la decisión de qué hacer y cómo hacerlo en correspondencia con sus estados de desarrollo emocionales, cognitivos y sociales.

En un entorno–favorable, se observa que la toma de decisión individual emerge desde la intencionalidad y espontaneidad, que es la manifestación de un impulso interno creativo; estas dinámicas iban forjando en ellos y ellas, la autonomía, autoestima, autoconfianza y autoaprendizaje, que en la adultez se observa en una actitud de integridad-vital frente a la vida para una consciencia planetaria.

Al respecto, cuando se adecuan los espacios se toma en cuenta que los recursos materiales, estímulos, tienen un propósito implícito, provocar la interacción del sujeto con el entorno; de esta manera el despliegue del plan-interno-de-desarrollo sucede, a través de la actividad propia que aporta a los procesos de individualización y socialización.

Además, se considera que los estímulos del medio: frecuencias vibratorias de la naturaleza y los  recursos didácticos, entre otros, es una vasta trama de áreas, rincones y estaciones preparadas por seres humanos.   Cuando comencé a involucrarme en esta práctica educativa, ya que me enamoré de cómo se trata a los niños, la atención de calidad con la que se les acompañaba, también decidí formar parte del equipo pedagógico, que en ese momento estaba completo, por lo que participé en la parte administrativa hasta que haya la vacante, después de un año hubo la oportunidad y pase a formar parte del equipo del pre-escolar.  

Los estímulos en un ambiente preparado son los que  incitan al individuo a satisfacer las necesidades de realización personal y configuran la estructura interna,  es en este caso específico al pensamiento: a la red cognitiva para una comprensión auténtica, para regular y gestionar las emociones lo que a su vez genera empatía y consolida los vínculos.

¡Qué esencial es distinguir para cada niño, niña o adolescente sus capacidades–necesidades para satisfacerlas, sentir que  se despiertan al tomar contacto consigo, que conecta con sus estados profundos del ser, que en circunstancias adecuadas refleja una paz interior!

Al mismo tiempo que, el individuo satisface sus necesidades de autorrealización, estas son las guías para el tipo y calidad  de entorno que se ofrece, o sea que estas se convierten en los indicadores de creación del ambiente; por consiguiente de la maduración del individuo.  Entonces, es oportuno que contenga un marco referencial teórico-práctico, en base a los cuatro elementos que permiten un convivir en armonía: amor-respeto-libertad-y-límites  También incluye reglas funcionales para proteger la integridad de cada participante, que a su vez brinda seguridad física y psíquica en el momento que se aíslan los peligros activos.  

Observé que con el mismo cuidado es conveniente ofrecer múltiples experiencias y el acceso voluntario a los materiales didácticos y lúdicos, tomando en cuenta los niveles de complejidad y su contenido, ya que la criatura sentirá motivación cuando corresponda a lo que él o ella necesita.   Entonces se concentrará en sus acciones, que empieza con el juego espontáneo y libre, que se profundiza con la actividad autónoma y que progresivamente según avanza en su desarrollo se van activando zonas cerebrales, que llevan al individuo a una interacción con su entorno cada vez más compleja y con fluidez.  

El ser humano a través de sus procesos evolutivos mantiene un orden secuencial y correspondencia con la maduración neurológica y el ámbito psicológico-,  definido principalmente por la relación que tiene el organismo con sus progenitores y el entorno; esta relación vital marca desde el comienzo de la vida las tendencias, posibilidades y desarrolla un esquema psicológico determinado en respuesta a los estímulos del ambiente; si este es hostil asume comportamientos defensivos: protección, huida o ataque para luchar por la sobrevivencia.  

Desde luego que, cuando se  preparan las condiciones se favorece a un crecimiento sano y feliz en la infancia, niñez y juventud.  Entonces la vida continúa manifestándose en concordancia con su plan-interno-de-desarrollo, por lo tanto, el lóbulo prefrontal, que en la evolución a nivel macro es la última estructura en activarse, a la que se le atribuye nuestra humanización, en el desarrollo individual muestra intensidad a partir de los 11 años dando paso a las funciones ejecutivas, a través del razonamiento-vital, que le permite interpretar, para qué hace lo que hace.  Esto sucede cuando en el espacio de relaciones en el que participa no siente presión o coerción sino que experimentará un estado de armonía interior para activar el autoaprendizaje y el autoconocimiento, los dos pilares fundamentales de la Educación no–directiva, que es integral.

Los entornos-inteligentes, en primer lugar están diseñados para sentirse cómodo consigo, con los demás, tienen la capacidad de proporcionar interacción, resolver problemas y conocer cuales son las potencialidades y limitaciones de cada SER.



Esperanza Chacón después de trabajar con comunidades indígenas y en sectores populares en el Ecuador, se involucró en pedagogía no-directiva cuando buscaba una forma innovadora de educación para su propia hija. En 1988, formó parte de la Fundación Educativa Pestalozzi (pionera en este tipo de educación),  camino que la ha llevado a investigar y profundizar sobre nuevos paradigmas educativos de manera autodidacta durante 37 años.

En el año 2004 co-crea una comunidad intencional con base en "el paradigma de respeto-a-procesos-de-vida" para lo que implementan espacios preparados y relajados para las diferentes etapas de la vida y economía complementaria.

Desde el año 2012 co-fundó el Grupo Orión-educativo, un servicio de asesorías a proyectos educativos y acompañamiento familiar en Brasil, Argentina y Ecuador.

En el 2016 en convenio entre Orión y Lev-partners co-crea Casa Sulà en Costa Rica.  Sulà en la lengua nativa de los BriBri (etnia local) significa: Espíritu Guardián de la Semilla, este centro educativo se ha convertido en un referente importante dentro de la tendencia de la educación libre.

En el año 2018 escribe el libro: “En el brillo de sus ojos” el primero de la trilogía y en co-autoría con Edgar Espinosa publica el segundo libro  “El Encanto del autodescubrimiento” (2020) y con el tercero, "Corazones que Aman: Entornos favorables para activar el potencial humano" la autora completa la trilogía.


[1] Humberto Maturana, lo presenta con profundidad en su obra El árbol del conocimiento, 1984.


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