Para mí, fue una apasionada por el estudio de la persona, una enamorada de los niños y de la ciencia. Esos tres amores juntos en una misma persona provocaron un gran conocimiento del aprendizaje de los niños, dotado de un rigor extraordinario, propio de una doctora como lo era ella.
Hace algo más de un año, el pasado 8 de marzo de 2018, celebramos el Día Internacional de la Mujer con una huelga femenina mundial sin precedentes en la que todas pedíamos a gritos la igualdad. Sabemos que actualmente aún queda mucho por hacer para conseguirla. María Montessori fue también una luchadora por estos derechos. Desde los 13 años, al inscribirse en una escuela técnica reservada para varones, y en su formación médica, estuvo acostumbrada a lidiar contra la desigualdad entre sexos. Eso no impidió que consiguiera llevar a cabo sus extraordinarios descubrimientos, en unos momentos históricos muy difíciles.
Hace algo más de un año, el pasado 8 de marzo de 2018, celebramos el Día Internacional de la Mujer con una huelga femenina mundial sin precedentes en la que todas pedíamos a gritos la igualdad. Sabemos que actualmente aún queda mucho por hacer para conseguirla. María Montessori fue también una luchadora por estos derechos. Desde los 13 años, al inscribirse en una escuela técnica reservada para varones, y en su formación médica, estuvo acostumbrada a lidiar contra la desigualdad entre sexos. Eso no impidió que consiguiera llevar a cabo sus extraordinarios descubrimientos, en unos momentos históricos muy difíciles.
La observación es un trabajo difícil y debe empezar por la observación de uno mismo
Uno de los aspectos que más me llaman la atención es el desarrollo de la observación que tuvo que tener para poder ser consciente de las características, necesidades y evolución de aquellos niños. Llevo ya un tiempo llevando a cabo observaciones a niños y acompañantes en espacios educativos alternativos y recuerdo perfectamente lo difícil que me resultó al principio sentarme, quieta, sin moverme prácticamente durante horas, centrando la atención en lo que estaba viendo. Intentando tomar notas de manera consciente, objetiva, sin juicios...una observación sobre la que posteriormente pudiera reflexionar para descubrir necesidades, sugerencias o mejoras. Siempre desde el respeto y la consideración hacia aquel trabajo que era el mejor que podían realizar en ese momento, tanto niños como adultos. Después de todo ese proceso he llegado a la conclusión de la dificultad que supone la observación, al mismo nivel que el enriquecimiento que se obtiene de ella, y que debe comenzarse primero por observarnos a nosotros mismos.
¿Si fuera otra vez un niñ@, cómo me gustaría que me tratasen?
El conocimiento que he realizado durante los últimos años sobre María Montessori me ha permitido reflexionar en más de una ocasión sobre qué tipo de docente quiero ser. Os animo a todos aquellos que trabajáis, vivís o tratáis de una u otra manera con niños a que os realicéis esa presunta. El mero hecho de intentar ponernos en su lugar por un momento cambiará nuestro trato y percepción de la infancia.
Si queréis profundizar más sobre la vida de María Montessori, os recomiendo que veáis la película basada en su vida, ideal para una tarde calurosa de verano: