Acompañar respetuosamente la vuelta al cole en tiempos de pandemia



En pocos días se empieza a producir la vuelta al cole en esta nueva normalidad con la que nos hemos topado después de meses de confinamiento en nuestras casas. Después de los tan duros meses que hemos pasado, aquell@s que estamos ligados al mundo educativo ya sea como niñ@s y familias o profesionales del ámbito de la educación, nos enfrentamos a lo que seguramente para muchos va a ser el curso más extraño de nuestras vidas.

Estamos en medio de un torbellino de sentimientos: miedo, angustia, tensión, incertidumbre…
Parece que acabamos de entrar en una nueva era, un nuevo mundo en el que ya nada parece asegurado. Unos meses de cautiverio nos han colocado en una nueva vida que ha perdido estabilidad, es como si empezásemos a caminar sobre arenas movedizas.

Y con todo este contexto tan potente, se nos plantea una vuelta al cole como un intento de vuelta a la añorada normalidad. No voy a entrar a defender o criticar si es o no procedente volver a las aulas con la situación que tenemos, creemos que no merece la pena perder energía en ese debate que, a priori, parece que no nos compete.

Debemos tener claro que es tiempo de cuidarnos, ahora más que nunca. Si las personas que rodeamos a las criaturas nos cuidamos (en cuerpo y mente), ellas lo percibirán y se sentirán mejor. Porque somos modelos que imitan, y a través de esa imitación es cómo podemos enseñarles verdaderos aprendizajes útiles para la vida. Lo único que ocurre, es que quizás debemos aprender esos aprendizajes primero, ya que nos enfrentamos  a una situación sin precedentes en nuestras vidas, así que toca revisarnos.

Busquemos recursos y técnicas para mantenernos positivos, emocionalmente tranquilos y seguros. Podemos investigar el mundo del yoga, la meditación, risoterapia, paseos por la naturaleza, bailar, leer libros de autoayuda… probemos todo aquello que podamos y quedémonos con aquello que nos valga, que nos sirva, aquello que nos libere de cualquier sentimiento o pensamiento negativo aunque sea por un instante.

Rodéate de vida, de alegría, cuidemos lo que comemos por la boca pero también lo que nos entra por los ojos y por nuestros oídos. Allí donde ponemos nuestra atención es dónde nos mantendremos, y sufriremos las consecuencias de ello. Por ejemplo, si vemos escenas de miedo, muerte, ansiedad, etc. sufriremos las consecuencias, nos mantendremos en esa misma vibración. Del mismo modo, podemos intervenir en la vibración de las criaturas si ponemos atención en lo que entra en su interior a través de sus sentidos.

¡¡Muchísimo ánimo en este nuevo desafío que, por supuesto, superaremos!!

Comentarios

Entradas populares