Acompañar con respeto la llegada de un herman@

 

Desde el inicio de este curso, y unido a todos los desafíos que está implicando la situación en la que estamos, me he encontrado con el reto de tener entre mis alumn@s cuatro de ell@s que acaban de dar la bienvenida en casa a un nuevo miembro de la familia: la figura del herman@.

Y como me encanta aprender, me he puesto manos a la obra para realizar una pequeña investigación y reflexión sobre el tema con la intención de poder acompañar en este proceso tanto a las criaturas como a sus familias. Para que pueda desarrollarse esta nueva situación de la manera más respetuosa y consciente posible para tod@s. A través de este artículo quisiera compartir mis sugerencias por si puede ayudar tanto a familias como a docentes en la gestión de esta nueva situación que en muchas ocasiones puede llegar a ser muy compleja.

En primer lugar, ten paciencia. La llegada de otro miembro de la familia supone un gran cambio para tod@s los miembros de la misma pero con tiempo y conciencia encontraréis de nuevo vuestro espacio. 

Es normal que observemos conductas infantiles para su edad.

En segundo lugar, debemos entender que para el herman@ mayor va a suponer un cambio gigantesco el hecho de pasar de ser el centro de atención a compartirlo o incluso en algunos casos y momentos a que sienta que se le ha arrebatado de repente. Es normal que observemos conductas infantiles para su edad, por ejemplo, para hacer ver que no solo el bebé necesita ser cuidado o incluso de enfado y rechazo de la nueva criatura. Es frecuente ver actitudes infantilizadas en herman@s mayores, tales como querer de nuevo el chupete o ponerse de nuevo pañal cuando hay ya desde hace tiempo control de esfínteres. Intenta entender que son llamadas de atención que significan exactamente eso: se siente con falta de ella.

Una recomendación que nos parece importante es posibilitar al herman@ mayor que participe en el proceso y experiencia que va a vivir toda la familia desde el principio. Se le puede proponer alguna visita para ver al bebé en una ecografía, hablarle o contarle cuentos, canciones, experiencias del día, compartir momentos y movimientos del bebé, pedirle ayuda para la preparación de la ropa o la habitación, etc. Siempre proponiendo que participe y que lo haga en la medida que quiera, habrá momentos o días en los que esté más presente y otros en los que no quiera…mejor no forzar.

Se le puede proponer que se encargue de algunas tareas sencillas con respecto al cuidado del bebé.

Dejarle que lo toque y lo coja si así lo desea. Debemos explicarle cómo puede hacerlo, con suavidad porque es muy pequeñ@ y sensible pero debe percibir que confiamos en él o ella. Incluso podemos verbalizárselo para que lo tenga claro en momentos clave.

Del mismo modo, se le puede proponer que se encargue de algunas tareas sencillas con respecto al cuidado del bebé, en el cambio del pañal o de ropa, baberos, etc. Como ya hemos dicho anteriormente, es algo que debe percibir como una opción, no como una obligación.

Si vemos que comienza a tener conductas violentas hacia nosotros o incluso hacia el bebé, podemos facilitarle que saque esa rabia o frustración de maneras más seguras para él/ella mism@ y para l@s que le rodean. Por ejemplo, si tiene la necesidad de golpear algo con fuerza podemos ofrecerle un cojín o similar para que lo haga y descargue esa emoción. 

En periodo de bienvenida al nuevo miembro de la familia evitar que se produzcan más cambios.

En este primer periodo de bienvenida al nuevo miembro de la familia es recomendable, en la medida de lo posible, evitar que se produzcan más cambios que puedan incrementar la ansiedad. Seguramente no sea un buen momento para plantearse un cambio de habitación, un intento de controlar esfínteres, el fin del colecho, cambio de colegio, etc. Somos conscientes de que hay cambios que suceden en la vida que no pueden ser evitables y que es beneficioso también para l@s más pequeñ@s que vayan entendiendo que vivimos en constante cambio, pero debe ser algo que puedan ir asimilando poco a poco a lo largo de toda su vida.

Con la llegada del nuevo bebé, probablemente haya poco tiempo disponible. Sin embargo, evitará males mayores el hecho de pasar tiempo junt@s con el herman@ mayor, especialmente con la mamá, que en la mayoría de los casos suele dedicarse en exclusiva al nuevo miembro de la familia.

¿Se os ocurre alguna otra sugerencia? ¿habéis probado alguna otra estrategia que os haya funcionado? Nos lo puedes contar más abajo en los comentarios.

Un abrazo lleno de amor, que al fin y al cabo es lo que a tod@s nos reconforta…

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