Uno de los problemas que más empezamos a encontrar actualmente en la infancia es la autoestima baja. Se empieza incluso a observar que niñ@s muy pequeñ@s, que acaban de empezar a andar, emiten en voz alta mensajes como “no puedo” cuando apenas intentan subir a una altura accesible o cerrar una cremallera incluso sin intentarlo. Puede ser que tengan limitaciones ante esas tareas y verdaderamente no puedan llevarlas a cabo porque sus destrezas aun no sean suficientes. Sin embargo, el detalle de no intentarlo y esperar la ayuda del otr@ puede decirnos mucho sobre su interior, sobre su autoestima y su fuerza de voluntad.
Es cierto que los mensajes orales que emitimos sus personas de referencia influyen mucho en ell@s. Uno de los primeros y más importantes aprendizajes que llevan a cabo es producido por la imitación, en primer lugar a la madre, el padre y herman@s y más adelante, cuando se produce su primer intento de socialización (la escuela), a sus iguales y a sus maestr@s.
Poder mostrar que confiamos en la criatura, que le ofrecemos la situación y el tiempo suficientes para que puedan intentar conseguir lo que necesitan es fundamental para que su actitud sea de motivación.
Otro factor muy importante es el tratamiento del error. Cómo reaccionamos ante un error del niñ@ es esencial para que mantenga confianza en sí mismo ante cualquier desafío o reto. Pero vamos incluso más allá, también influye cómo reaccionamos ante un error nuestro delante del niñ@. Es frecuente que cuando nos equivocamos digamos en voz alta mensajes como: “¡ay, qué tonta!” o “seré imbécil”. Sutilezas de este tipo van calando poco a poco en las criaturas hasta que un día se lo oigamos decir a ellas mismas. Si quieres saber más sobre el tratamiento del error puedes leer nuestro artículo: “Cómo reaccionamos ante los errores de l@s niñ@s”.
Además de estos aspectos, recomendamos algunas lecturas
infantiles que trabajan específicamente temas relacionados con la mejora de la
autoestima, de la confianza en uno mismo, la psicología positiva, etc. Uno de
esos ejemplos puede ser el cuento “Sara y las magdalenas mágicas”, en el que
además se trata la educación inclusiva, y que podéis adquirir aquí.
Si la vida nos ha puesto en la situación actual de estar cuidando de niñ@s por ser padre o madre, familia, docente, etc. cuidemos nuestra propia autoestima…las criaturas son muy observadoras y captan toda la energía que emitimos.