De nuevo, un año más llegamos con la lengua fuera al que posiblemente sea el momento más estresante y bonito del año. En Navidad nos juntamos con la familia, conectamos un poco más con el amor y la generosidad, disfrutamos de más o menos días de descanso laboral pero...todo eso no es sinónimo de relajación.
Estas fechas también nos acercan a aguantar situaciones comprometedoras, a tener que reír la gracia a comentarios que no la tienen, a oligarnos a hacer regalos que probablemente no deseamos hacer, etc.
Son también momentos en los que los compromisos sociales nos pueden desbordar tanto, a nosotros y a nuestros peques, que terminemos diciendo o haciendo algo que va totalmente en contra de nuestros valores y los que queremos transmitir a nuestros niños y niñas. Y así, de repente, en un momento nos cargamos el trabajazo de comunicación asertiva no violenta y consciente que llevamos realizando con nuestro peque durante todo el año y que tanta paciencia nos consume.
Por ello, en este artículo queremos hacer una pequeña lista de consejos para que estas fechas sigan teniendo sentido dentro de nuestro modelo de crianza y no terminen con nuestra moral.
1.No obligar a dar besos al saludar. Si el niñ@ no quiere dar besos, por favor, no obligar. Es un aspecto que da para crear un artículo en sí mismo pero aqui basta con que recordemos que es fundamental que la criatura no sienta que está obligada a dar besos y que eso se normalice. Hay muchas otras maneras de saludarse sin besos.
2.Cuidado con el consumismo. Vivimos en una pandemia de consumo. Todo es apetecible, lo queremos todo y los más peques lo viven así desde que son muy pequeñ@s y observan a sus adultos cercanos. Esta época es ideal para practicar el minimalismo, hacer donaciones o intercambios de juguetes y no caer en la tentación de la compra como gratificación inmediata.
3.Trabajar la espera. La inmediatez como añgo implícito al acto en sí.
4.Valora las experiencias más que los objetos. Es un momento ideal para compartir el bien más preciado del mundo: el tiempo.
5.Busca ocio de calidad. La naturaleza nos aporta más salud física y mental que el mejor de los centros comerciales. Elegid conscientemente el ocio familiar.
6.Defiende tus valores frente a lo que te rodea. Aunque tengamos las cosas claras, es difícil hoy en día mantener nuestros valores si chocan con los de la inmensa multitud. Es todo un trabajo de no dejarse llevar, mucho ánimo en esta tarea y no te dejes manipular.
7.Prioriza el descanso. Los encuentros sociales nos consumen mucha energía y eso hace que estemos cansados e irascibles si no nos tomamos tiempos de soledad, silencio, sueño y reposo. En las criaturas, además, todo parece multiplicarse por dos asi que te recomendamos que no descuides este aspecto.
8.No al empacho digital. Las pantallas nos idiotizan, hay estudios que demuestran que el abuso de éstas están relacionadas con niveles de inteligencia más bajos generación tras generación.
9.Reflexiona sobre qué estás contando a tus hijos e hijas cada Navidad. "Si te portas mal, te van a traer carbón" (manipulación), "venga que si te portas bien te compro una cosita" (soborno), "el dia 25 viene Papá Noel y te traerá regalos" (mentira).
10.El azúcar es una droga. Así de fuerte y tajante, debería estar prohibido el consumo de azúcar por los efectos tan dañinos que produce a corto y largo plazo, a peques y mayores. Un dulce no amarga a nadie pero cuidado con pasarnos y que tengamos que lidiar con conductas fuera de lo habitual.
¡¡Os deseamos unas Felices y Conscientes Fiestas!!
Un abrazo de todo el equipo de Aprendiendo Educación.