Cómo acompañar la lectoescritura respetando el proceso

Algo que me sorprendió mucho al comenzar a trabajar en educación fue descubrir que algunas prácticas de lectoescritura eran similares a las que habían usado conmigo, casi 30 años antes. 

El sistema establecido es básicamente el de la realización de las famosas "fichas" de trabajo. En ellas, sobre un papel, se plantean actividades para escribir y leer, tales como ejercicios de caligrafía que intentan, a través de la repetición monótona, integrar las formas de las letras mientran unen puntos y copian las palabras o letras propuestas.

"hay dos aspectos muy negativos de la realización de fichas en la primera infancia"

Creo que hay dos aspectos muy negativos de la realización de fichas en la primera infancia. Uno de ellos es que exigen un tiempo de concentración y de inmovilidad corporal incompatible con los primeros años de vida de una criatura. Su cerebro, a estas edades, se forma en movimiento. El otro aspecto tiene que ver con la exigencia de un pensamiento abstacto que sólo se desarrolla a finales de la etapa de Primaria e inicios de Secundaria. Antes de estos momentos, la criatura tiene un pensamiento concreto: solo puede comprender aquello que percibe con sus 5 sentidos. 

En ese momento me hizo pensar pero no me lo cuestioné demasiado, seguramente porque no conocía otras formas. Eso cambió cuando empecé a acercarme a otras pedagogías más respetuosas con los ritmos e intereses de cada niño o niña.

"es necesario que la criatura tenga interés por las letras"

Una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta es que, para que el niño o niña no presente rechazo ante la lectura o la escritura, es necesario que tenga interés por las letras. Siempre surge el interés, puede ser antes o después, pero siempre surge la necesidad de querer descifrar una palabra de forma autónoma al ver que otras personas pueden hacerlo. Puede resultar casi hasta mágico, misterioso, como si fuese aprender un código para descifrar mensajes secretos.

Intentar forzar el proceso de lectoescritura antes de que aparezca el interés es contraproducente. La criatura lo rechazará o intentará contentar a una persona adulta (mamá/papá/profe...). La clave está en permitir que ese interés surja, porque será solo entonces cuando podemos estar seguros de que todo su cuerpo y su mente están preparados para ello.

 "las manos son el instrumento del cerebro"

En el método Montessori destacan algunos materiales que son específicos para el aprendizaje de la lectura y la escritura en los niños. Sin embargo, son tanto o más importantes los materiales que se utilizan con anterioridad. La doctora destacó que era fundamental el trabajo previo de la mano y la inteligencia. Ella decía que "las manos son el instrumento del cerebro". Por ello, es fundamental que la criatura haga trasvases de líquidos y sólidos, limpie mesas, enrolle tapetes con sus dedos, inserte cuentas en un cordón, etc. Con esos ejercicios previos, el niño o niña está desarrollando hasta su máximo potencial habilidades esenciales para la lectoescritura, tales como la coordinación ojo-mano o la motricidad fina.

Uno de los primeros materiales del área de lenguaje que se usan en el método Montessori son los "resaques metálicos". Con ellos, además de mostrarse al niño o niña cómo coger el lápiz de una manera cómoda y adecuada, se posibilita el desarrollo de las habilidades necesarias para la lectoescritura infantil a través de la expresión artística. Podéis adquirir el material en webs de venta de material Montessori o hacerlos en casa con cartón.

"con las letras de lija, podrán interiorizar la forma de manera visual, auditiva y táctil"

Posteriormente, cuando la criatura ya ha trabajado un tiempo con los resaques y muestra algún interés por las letras (por ejemplo, por cómo se escribe su nombre), se le puede empezar a mostrar algunas letras con las "letras de lija". Consisten en tablas de madera que encima tienen la figura de la letra en textura rugosa pegada. Así, podrán interiorizar la forma de manera visual, auditiva (se le indica cómo suena cada letra) y táctil (repasando la letra con sus dedos como si la escribiera). 

En este punto, se puede empezar a trabajar con el "alfabeto móvil", una reproducción en madera de las letras del alfabeto. Colocándolas de distintas maneras se crearán palabras, uniendo tanto la lectura como la escritura en un solo material. Actualmente hay numerosos tipos de alfabetos cuyas letras son manipulativas y permiten este tipo de interacción con ellas que estamos comentando. No obstante, podéis observar un ejemplo de alfabeto casero en la fotografía que encabeza este artículo, muy fácil de realizar y que además apuesta por la utilización de materiales reciclados. Aquí tenéis otra opción de material muy parecido.

Os animamos a hacer del aprendizaje de la lectoescritura un momento divertido, relajado y de compartir con vuestras criaturas. Cuando esto ocurre, todo fluye. Y las vacaciones son un momento excelente para parar, reflexionar, formarse e informarse, crear materiales con hijos e hijas, etc.

Si quieres saber más sobre el método Montessori, pincha aquí.

Si quieres textos como apoyo a la lectoescritura infantil, pincha aquí.


 





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