Ahora la pregunta radica en si realmente esa persona se encuentra en un entorno cuidado y respetado como para que pueda llevarse a cabo una expresión sana de su mundo interior.
Deberíamos pararnos a pensar en todo lo que puede llegar a influir y determinar esa expresión infantil. Mientras escribo este artículo estoy viajando en metro y frente a mí hay sentada una mamá junto a su pequeño. Levanto la vista varias veces y me cruzo la mirada con la del niño, me sonríe y le sonrío. La mamá no despega los ojos de la pantalla de su móvil salvo en alguna ocasión para ver lo que hace el niño (echar al suelo las últimas gotas de agua de su botella). Emite algunas palabras en alto él solo, se le cae la gorra y la recoge, se vuelve a sentar, se ríe, golpea varias veces con fuerza su mano en la boquilla de su botella...
"para que haya expresión, inevitablemente debe existir una necesidad de expresar"
Esta observación me permite reflexionar sobre que para que haya expresión, inevitablemente debe existir una necesidad de expresar. Ahora el niño busca mi mirada con una sonrisa, le miro a los ojos y le sonrío de nuevo. Puedo percibir esa sensación de ser visto, de ser escuchado, aunque solo haya sido con un mínimo lenguaje gestual...nos hemos comunicado y él se ha expresado.
"la criatura debe encontrarse en un entorno sin juicio"
Para poder expresar de forma natural, la criatura debe encontrarse en un entorno sin juicio. Así, no será invadido y bloqueado por el miedo a lo que opinen los demás y a no ser bien considerado en el grupo. Un entorno que emite juicios de valor atenta directamente con el sentimiento de pertenencia del niño, pecado mortal para su expresión espontánea.
Es difícil encontrar un entorno actualmente sin juicios de valor, teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad que emite un "me gusta" o "no me gusta" a través de las redes sociales cada décima de segundo (a veces incluso sin ver el contenido completo de lo que está valorando). Podemos intentar poner más consciencia en el lenguaje que empleamos porque podemos hacer mucho daño a las personas. Existen herramientas muy eficaces para conseguir mejorar nuestra comunicación personal, como la Escucha activa o la Comunicación no violenta.
El propio entorno debe ser lo suficientemente rico como para proporcionar estímulos de expresión a la criatura.
Vuelvo a mi viaje en metro. Ahora estoy sentada frente a otra mamá con su hijo. Ambos tienen un móvil en sus manos y lo miran atentamente. El pequeño, con un baby de educación infantil (tiene como mucho 5 años), mira atentamente la pantalla igual que su madre. No hay interacción ni expresión, no hay necesidad. El propio entorno debe ser lo suficientemente rico y estimulante como para generar la expresión de la criatura.
En resumidas cuentas, volvemos a lo que ya sabemos, el ambiente preparado juega un papel decisivo en el aprendizaje. Y con ambiente nos referimos no solo a lo material sino también a lo humano.
¿Quieres que un peque sea creativo y autónomo? Encárgate de que en su entorno haya oportunidades para serlo.