Cómo saber si un niño está estresado

 


Imagen de Freepik

Nuestras criaturas están sufriendo estrés, en mayor o menor medida. Uno de los mayores problemas que está afectando a nuestra salud física y mental en la actualidad es el excesivo estrés que sufrimos a diario, y nuestras criaturas, por desgracia, no escapan a este fenómeno. 

Muchas veces el problema es que no estamos haciendo caso a las señales que nuestro cuerpo nos da. Para eso tenemos que dedicar tiempo y consciencia. Mirarnos con lupa es el primer remedio contra el estrés, para descubrir algunos signos en nosotros, como:

    -dolores de cabeza             

    -insomnio

    -tensión muscular

    -dolor o molestias en el estómago

    -fatiga

    -desórdenes alimenticios


Una vez que ya nos hemos parado para ver cuánto estrés estamos soportando, podemos dirigir la mirada a nuestras criaturas (ya sean hijos/as o alumnos/as). Es básico cuidarnos primero nosotros para poder cuidar con calidad a otros, no es egoísmo. 


Algunos signos de estrés en criaturas, además de los ya mencionados anteriormente, pueden ser:


    -Mayor irritabilidad. Parece que cosas que antes no parecían molestarle, ahora le provocan estallidos emocionales.


    -Agitación. Se encuentra frecuentemente en un estado de nerviosismo, alterado.


    -Esa mayor irritabilidad hace que en un estallido emocional recurra a la violencia y la agresividad consigo mismo o con otros. Es cierto que el cerebro de las criaturas se encuentra en un proceso de maduración emocional, por lo que es habitual que tenga episodios de falta de control emocional. Sin embargo, si vemos que empiezan a ser más frecuentes e intensos puede ser una señal de que algo que le está sucediendo le está superando. 


    -En ese estado de irritabilidad y nerviosismo interior puede que la única manera de expresarla al exterior sea a través del llanto y las rabietas frecuentes. Sabiendo que puede ser una válvula de escape de un estrés acumulado por la criatura, seguramente nos cueste menos acompañar esas situaciones con toda la paciencia de la que dispongamos. 


    -A veces, dependiendo quizás de la personalidad de la criatura, puede que su estrés y su irritabilidad esté reprimida. Tal vez un problema de estrés oculto tan solo pueda verse a través de la potente herramienta que es la observación activa y presente de la criatura. Quizás sea algo mucho más sutil, vagamente presente a través de un ligero aumento de la actividad o una mayor búsqueda de sus adultos de referencia. 


    -Es frecuente observar en niños estresados, especialmente en los más pequeños, una reducción de la concentración o la atención (por ejemplo, ya no se concentra tanto como antes en su juguete preferido, cuando antes parecía ensimismado). Pueda quizás también observarse una actitud nerviosa, como de encontrarse en constante alerta, esperando que cualquier cosa pueda ocurrir en cualquier momento, una actitud temerosa. 


Lo ideal es que nos mantengamos en acitud de observación lo más activa y consciente posible, tanto de nuestros hijos como nuestros alumnos. Sin embargo, si existen sucesos o cambios lo suficientemente importantes como para que puedan estar generando estrés en una criatura, deberemos estar aun más alerta. Una rápida detección hará posible que se implementen medidas en el entorno familiar y escolar para evitar en la medida de lo posible males mayores que necesiten ser tratados por otro tipo de profesionales de la salud mental. 

Algunas situaciones potencialmente estresantes para una criatura pueden ser:

1.El inicio del periodo escolar.

2.La llegada de un hermano/a.

3.Un cambio de casa, una mudanza.

4.Exceso de estimulación (puede estar provocado por un exceso de actividades o un exceso del uso de pantallas, por ejemplo).

5.Excesiva carga académica.

6.Falta de tiempo de juego libre.

7.Una separación o divorcio de los progenitores.

8.Ser víctima de acoso escolar.

9.Presencia de riñas o conflictos familiares.

10.Excesiva responsabilidad para su edad.

11.Falta de rutinas.

12.Estar en un entorno estresado o que sus personas adultas de referencia estén estresadas.


Ante la sospecha de encontrarnos un caso agudo de estrés, recomendamos la coordinación entre el entorno escolar y familiar de la criatura, facilitar herramientas de gestión del estrés como la meditación y si fuera necesario acudir a profesionales de la salud mental. 


Si una criatura se encuentra estresada, será difícil que tenga una buena disposición ante el aprendizaje. Es posible que tras un caso de fracaso escolar se esconda un caso de estrés prolongado.

Comentarios

Entradas populares